RELATIVO

RELATIVO

¡Diles la verdad!… bueno, la verdad es tan relativa… dice Jaime. No para de repetir una parte del diálogo entre Simba y Scar de la película del Rey León.


Para las personas con TEA no suele funcionar que algo sea relativo, ni el doble sentido, ni la ironía. Entienden las cosas de manera literal, tener certezas es parte de su tranquilidad, y, en realidad, también de la nuestra.


Relativizar puede estar bien como divertimento intelectual, o como freno a nuestra impaciencia que nos puede llevar al prejuicio y a la intolerancia, pero no está bien cuando sirve para justificarlo todo.


Aunque ahora parezca más difícil, siempre fue complicado distinguir entre la verdad y la mentira, entre lo bueno y lo malo, pero con la cantidad de información que ahora nos llega es mayor esa sensación de que todo vale, que en el fondo todo da igual ya que siempre habrá algo que lo justifique.


Está bien… ¡está bien!… dice Jaime terminando el diálogo. Scar reconoce que mintió, que más allá de esas verdades subjetivas que dependen de nuestras experiencias o de nuestras creencias hay verdades objetivas, que son así, independientemente de que nos gusten o no.

 

Javier Martínez Erdozáin

9 de mayo 2022

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